En el tercer día de su viaje, el duque Eduardo y la duquesa de Sofía Edimburgo visitaron Koyasan, una ciudad sagrada en Japón. Su recorrido incluyó paradas en templos históricos y lugares de importancia espiritual, fortaleciendo lazos culturales. La pareja real se reunió con el alcalde de Koya, Yoshiya, y el gobernador de Wakayama, Izumi Miyazaki, en el Templo Sojiin. Este templo, fundado durante la era Kyuan del período Heian, fue el punto de partida de su inmersión en la cultura japonesa. Posteriormente, la duquesa se encontró con niños que aprenden inglés a través del programa del British Council en la Puerta Central (Chumon).
Este encuentro resalta la importancia de la educación y el intercambio cultural en su visita. El duque y la duquesa también visitaron Danjo Garan y el Templo Kongobuji, el centro espiritual de la secta budista Shingon. Su día concluyó en el Cementerio de Okunoin, donde se reunieron con Jiyun Inaba, director del Templo Kongobu-ji. Aquí, la pareja real rindió homenaje en el mausoleo de Kobo Daishi, una figura venerada por entrar en meditación eterna en el año 853. La visita a Koyasan fue una muestra del compromiso del duque y la duquesa con la historia y la espiritualidad de Japón, y un paso más en el fortalecimiento de las relaciones bilaterales.
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