Leopoldina Teresa de Braganza - La corta vida de una princesa imperial de Brasil

Leopoldina Teresa Francisca de Braganza (Leopoldina Teresa Francisca Carolina Micaela Gabriela Rafaela Gonzaga), o conocida simplemente como la princesa Leopoldina de Brasil, nació en la madrugada del 13 de julio de 1847 en el Palacio de San Cristóbal, en Río de Janeiro, durante el imperio de Brasil. Fue la tercera de los hijos del emperador Pedro II de Brasil y la emperatriz Teresa Cristina de Borbón-Dos Sicilias. Su nombre fue un homenaje a su abuela paterna, la emperatriz María Leopoldina de Austria. Desde su nacimiento, la princesa fue parte de una corte donde la educación era un pilar fundamental. Junto a su hermana mayor, Isabel, Leopoldina recibió una educación tan estricta como completa. A la temprana edad de ocho años, su padre, el emperador Pedro II, contrató a Luisa Margarida ( condesa de Barral) para supervisar su formación. Las princesas asistían a clases seis días a la semana, desde las 7 de la mañana hasta las 9:30 de la noche, y sus estudios abarcaban un amplio repertorio de materias como la álgebra, geometría, química, física, botánica, zoología y mineralogía. También los idiomas clásicos y modernos formaban parte de su plan educativo, como el portugués, latín, griego, francés, inglés, alemán y el italiano. Este sistema educativo, que era constantemente supervisado por su mismo padre, tenía el objetivo preparar a las jóvenes princesas para importantes roles dentro de la realeza.


A principios de la década de 1860, el emperador al no tener herederos varones, se enfrentó a la necesidad de asegurar la sucesión al trono. Por esta razón, decidió casar a sus hijas, la princesa Isabel y Leopoldina, con príncipes europeos. Para ello, recurrió a su hermana, doña Francisca de Braganza, princesa de Joinville, y a su cuñado para que le ayudaran en la búsqueda. Inicialmente, el emperador tenía en mente a su sobrino, el príncipe Pedro de Orleans, duque de Penthièvre, y a Felipe de Bélgica, conde de Flandes. Sin embargo, ambos rechazaron la propuesta. Finalmente, la elección recayó en el príncipe Luis Augusto de Sajonia-Coburgo-Gotha y su primo, Gastón de Orleans, conde de Eu. Los planes iniciales de su padre asignaban al príncipe Gastón a casarse con Leopoldina, mientras que el príncipe Luis Augusto estaba destinado a Isabel. Sin embargo, cuando los príncipes llegaron a Brasil en 1864, el destino y los sentimientos de las princesas cambiaron el guiona a último momento. Isabel se enamoró de Gastón, y Leopoldina, por su parte, se uniría a Luis Augusto. El matrimonio de Leopoldina con Luis Augusto se celebró el 15 de diciembre de 1864, sellando un acuerdo entre las casas reales de Brasil y Sajonia-Coburgo-Gotha. Como parte de los términos, la pareja recibió una dotación y adquirió una residencia en Río de Janeiro, el “Palacio Leopoldina”, donde pasarían parte del año.


El 18 de febrero de 1865, la pareja firmó un contrato matrimonial. En él, acordaron residir en Brasil durante una parte del año. Además, si Leopoldina quedaba embarazada antes que su hermana, sus hijos deberían nacer en territorio brasileño. A cambio, recibirían un subsidio del gobierno imperial mientras estuvieran en el país. Por su parte, la Casa de Sajonia-Coburgo-gothay se comprometió a añadir un millón de francos al patrimonio del príncipe, quien ya recibía una pensión mensual de su familia para el sustento de la pareja. Después de un embarazo que por desgracia terminó en aborto, Leopoldina dio a luz a su primer hijo El 19 de marzo de 1866, a quién llamó Pedro en honor a su abuelo. Pocas semanas después, el 9 de mayo, la familia zarpó hacia Europa. Durante su viaje, visitaron a los parientes de su esposo Luis Augusto en el Reino Unido, Bélgica, Alemania y también Austria. Su llegada a Viena coincidió con la Guerra Austro-Prusiana, y para escapar del conflicto, la familia se refugió en Hungría, donde la casa de Sajonia-Coburgo-Koháry poseía extensas tierras. Una vez restablecida la paz, Luis Augusto expresó su deseo de establecerse en Austria. Sin embargo, el nuevo embarazo de Leopoldina los obligó a regresar a Brasil en julio de 1867. El 6 de diciembre de 1867, nació su segundo hijo, Augusto, y casi dos años más tarde, el 21 de mayo de 1869, nació su hijo José. En ese momento, su hermana, la princesa imperial Isabel no tenía herederos, lo que colocaba a los hijos de Leopoldina en la cima de la línea de sucesión al trono brasileño. 


A finales de 1869, la familia volvió a Europa. A principios de 1870, Leopoldina descubrió que estaba embarazada nuevamente y la pareja decidió no regresar a Brasil. El 15 de septiembre, nació Luis, el cuarto y el único hijo nacido en Europa, en la Baja Austria. A principios de 1871, la princesa comenzó a mostrar los primeros síntomas de una grave enfermedad que la fue consumiendo poco a poco.  Aunque sus síntomas en un inicio, como problemas gastrointestinales y fiebre fuero descartados como causa del agua contaminada que afectaba a Viena en aquél entonces, su estado fue empeorando con rápidamente. En la segunda semana, se encontraba gravemente postrada y, para la cuarta semana, presentaba fiebre persistente, erupciones cutáneas y hemorragias, síntomas comunes  de una fiebre tifoidea. La enfermedad avanzó con mucha rapidez, provocando que la princesa sufriera delirios y convulsiones. Durante sus últimos momentos de vida se encontraban con ella su hermana, la princesa Isabel y el Conde de EU. Finalmente , durante la tarde del 7 de febrero de 1871, a la corta edad de 23 años, la princesa Leopoldina sucumbió ante la cruel enfermedad, dentro en el Palacio Coburgo, en Viena,. Su cuerpo fue enterrado en la Cripta familiar de la Iglesia de San Agustín, en Coburgo.







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