En el marco de las festividades navideñas, la Princesa Charlene de Mónaco realizó una visita muy especial a la Sociedad Protectora de Animales (SPA) de Mónaco. En su calidad de presidenta de la institución, la Princesa acudió al refugio para presidir un "Té de Navidad", un encuentro cercano con los responsables del cuidado animal y los miembros de la Junta Directiva.
Durante su recorrido por las instalaciones, la Princesa Charlene pudo supervisar de primera mano el progreso de las obras de mejora que se están llevando a cabo en el refugio. Estos trabajos tienen como objetivo principal elevar los estándares de confort para los animales residentes, así como crear un entorno más acogedor y funcional para los visitantes y futuros adoptantes que se acercan a la entidad.
La soberana no estuvo sola en esta jornada; contó con el apoyo de su hermano, Gareth Wittstock, quien ejerce como vicepresidente de la SPA de Mónaco. Al grupo se sumaron también Camille Gottlieb y Mélanie-Antoinette de Massy, subrayando el respaldo de la familia y allegados a esta causa centrada en el bienestar animal. Uno de los momentos más entrañables de la visita se produjo cuando la Princesa compartió un instante de ternura con uno de los gatos del refugio, demostrando su conocida afinidad por los animales.
Para esta visita en un entorno de trabajo y naturaleza, la Princesa Charlene optó por un atuendo monocromático en tonos tierra que reflejaba una elegancia relajada. La princesa Lució un sofisticado abrigo de lana en color taupe o beige oscuro de corte oversize y amplias solapas, ideal para el clima invernal de la Riviera.
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