María, Reina de Escocia (2018)

María, Reina de Escocia (Mary Queen of Scots) también conocida como Las Dos Reinas en Hispanoamérica, es una película de drama histórico de 2018 dirigida por Josie Rourke. Basada en la biografía de John Guy, la cinta es un intenso estudio de la compleja y a menudo trágica relación entre dos primas: María Estuardo, la católica Reina de Escocia, y su prima, la protestante Isabel I, Reina de Inglaterra. Protagonizada por Saoirse RonanMargot Robbie, la película  recibió críticas mixtas, pero fue ampliamente elogiada por las actuaciones de sus protagonistas y su espectacular diseño de vestuario. Recibió dos nominaciones al Óscar, incluyendo Mejor Diseño de Vestuario, y tres nominaciones a los Premios BAFTA.

La trama se inicia en 1561, cuando María Estuardo, de diecinueve años, regresa a Escocia tras la muerte de su esposo, el Rey Francisco II de Francia, para asumir su trono. Es recibida por su medio hermano ilegítimo, James Stewart, Conde de Moray. En la vecina Inglaterra, su prima, Isabel Tudor, soltera y sin hijos, ve amenazado su reinado. María, educada como católica, es vista por muchos católicos ingleses como la legítima heredera al trono inglés, poniendo en peligro la Reforma Protestante establecida por Isabel. María, decidida a mostrar su soberanía, destituye de la corte al influyente y radical líder protestante John Knox. Para debilitar la amenaza de María, Isabel intenta controlarla a través del matrimonio. Propone a su amigo de la infancia y amante secreto, Lord Robert Dudley, como esposo. María se resiste, pero la noticia de que Isabel ha contraído la viruela la convence de aceptar, con la condición de ser nombrada heredera al trono de Inglaterra. Isabel, reacia a desprenderse de Dudley, envía en su lugar a Enrique Estuardo, Lord Darnley (nieto de Margarita Tudor y con pretensiones al trono). María, a pesar de sus sospechas, se enamora de Darnley y acepta casarse con él. El matrimonio desencadena una crisis constitucional en ambos reinos. El consejo inglés teme que la unión fortalezca la pretensión de María, mientras que el consejo escocés sospecha de una toma de poder inglesa. Cuando María se niega a enviar a Darnley de regreso a Inglaterra, su medio hermano Moray se rebela, pero María derrota a sus fuerzas y lo perdona. 

Poco después de su boda, María descubre a Darnley en la cama con su secretario privado, David Rizzio. Aunque perdona a Rizzio, exige a Darnley que le dé un hijo. Tras el nacimiento de su hijo, Jacobo, María declara que ha traído "un heredero para Escocia y para Inglaterra", un insulto directo a Isabel. Las facciones opositoras, lideradas por Moray y el padre de Darnley, se unen para perjudicar a María. John Knox difunde rumores falsos de que Rizzio es el verdadero padre del niño, denunciando a María como adúltera. Darnley, temeroso de que se descubra su propia bisexualidad y presionado por los conspiradores, accede a asesinar a Rizzio. María, al descubrir la conspiración, convence a Darnley de huir con ella, una estratagema que permite a su ejército detenerlo. María accede a perdonar a los conspiradores si se demuestra la participación de Darnley. Ella perdona a Moray y le pide a Isabel que sea la madrina de Jacobo, una señal política de que ambas reinas reconocen al niño como heredero presunto. María destierra a Darnley, pero se niega a divorciarse de él. Finalmente, su consejero y protector, James Hepburn, Conde de Bothwell, ordena el asesinato de Darnley. Tras el asesinato de Darnley, María huye, dejando atrás a su hijo. Bothwell la confronta, alegando que el consejo exige que se case inmediatamente con un escocés, que debe ser él mismo. María sospecha de su participación en el asesinato, se resiste, pero tras ser amenazada y violada, accede al matrimonio. John Knox predica que María es una "ramera" que ordenó matar a su marido. Moray y la corte exigen su abdicación.

María obedece y huye a Inglaterra en busca de la protección de Isabel. Isabel organiza una reunión clandestina donde María le pide ayuda para recuperar su trono. La reina inglesa se muestra reacia a ir a la guerra por una monarca católica, pero le promete un exilio seguro, con la condición de que no ayude a los enemigos de Isabel. María, desafiante, la amenaza: si la mata, estará asesinando a su hermana y a una reina. Tras poner a María bajo arresto domiciliario por muchos años, Isabel recibe pruebas contundentes de que María conspiró para asesinarla. A regañadientes, ordena su ejecución. Mientras María camina hacia el patíbulo, Isabel, arrepentida, llora. Los sirvientes de María revelan un impactante vestido rojo brillante, simbolizando su condición de mártir católica. En sus últimas palabras, María ruega por un reinado pacífico para su hijo. El epílogo textual revela la ironía histórica: Isabel nunca se casó ni tuvo hijos. Jacobo se convirtió en el primer monarca en gobernar tanto Escocia como Inglaterra tras su muerte, uniendo las coronas y cumpliendo indirectamente la ambición de María.

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