Lady Jane (1986): Reina por nueve días

Lady Jane es una película de drama histórico romántico británico de 1986 dirigida por Trevor Nunn y escrito por David Edgar. Protagonizada por Helena Boham Carter y Cary Elwes, la película narra el trágico y breve ascenso de Lady Jane Grey, una figura histórica definida por su renuencia a la ambición política y su firmeza religiosa. Anteriormente, esta historia ya había sido llevada a la pantalla grande en películas como Lady Jane Grey; Or, The Court of Intrigue (1923)Tudor Rose (1936).

La muerte del rey Enrique VIII deja un vacío de poder. Su joven sucesor, Eduardo VI, sufre de una salud precaria. Anticipando la muerte del rey niño, John Dudley, primer duque de Northumberland y presidente del Consejo, trama un plan para asegurar la continuidad de la Reforma Protestante y evitar el acceso al trono de la católica Princesa María. El plan de Dudley consiste en dos partes: Manipular al Rey Eduardo VI para que nombre a la protestante Lady Jane Grey como su heredera, saltándose a sus hermanastras, y casar a su segundo hijo, Lord Guildford Dudley, con Lady Jane. Jane, una joven culta pero sin interés por el poder, rechaza el matrimonio. Sin embargo, sus ambiciosos padres la fuerzan a aceptar mediante castigos corporales.  Inicialmente, tanto Jane como Guildford ven su unión como un frío matrimonio de conveniencia y una herramienta política. Con el tiempo, la pareja desarrolla un profundo y genuino amor romántico.

Tras la muerte del Rey Eduardo VI, Jane es proclamada Reina. A pesar de su ascenso, Jane está profundamente incómoda con la dudosa legalidad de su título. Sin embargo, la madurez que le brinda su matrimonio con Guildford le permite desafiar la conspiración. Jane logra revertir la situación contra John Dudley y los demás nobles que pretendían usarla como una mera marioneta para sus propios fines políticos. El reinado de Jane dura apenas nueve días. Su plan de reformar el país provoca que el Consejo, que la había apoyado, la abandone rápidamente. El Consejo se pasa al bando de la Princesa María, quien cuenta con un apoyo público mucho mayor. María I asciende al trono y encarcela a Jane y a Guildford.

Consumido por la culpa y el fracaso de su ambición, el padre de Jane, el Duque de Suffolk, intenta enmendar su error liderando una rebelión para restaurar a su hija en el trono. Esta rebelión, presumiblemente ligada a la de Thomas Wyatt, fracasa estrepitosamente. La Reina María I, ya consolidada en el poder, ofrece a Jane un último indulto a cambio de que renuncie a su fe protestante. Jane, cuya convicción religiosa es inquebrantable, se niega. La película culmina con la trágica ejecución de Jane, su padre y su esposo Guildford. La negativa de Jane Grey a traicionar sus creencias sella su destino y la consagra como una de las figuras más conmovedoras y trágicas del periodo Tudor, una joven víctima de la ambición política y el fervor religioso.

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