En la Inglaterra victoriana una considerable cantidad de empleadas domesticas servían en muchos hogares y en las grandes mansiones bajo extensas horas de trabajo y un sueldo deplorable, mucha de estas mujeres a causa de las pocas opciones a elegir solían empezar en este tipo de trabajos a la corta edad de 10 o 12 años empezando como auxiliares y muchas de las veces realizando las tareas más incomodas del hogar. Para muchas de estas empleadas a pesar del bajo sueldo tener un agradable techo en donde vivir y comida era suficiente para no recurrí a cosas peores como a la prostitución.
A principios del Siglo XX aunque el empleo del servicio domestico aún se encontraba en su auge las mujeres empezaron a dirigir sus miradas hacia otras opciones más favorables a las del servicio domestico gracias a las nuevas opciones que a la modernidad y al crecimiento industrial.
Fotografías de Sirvientas
durante la época victoriana
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