En un discurso marcado por la conmemoración de los cincuenta años de la Transición Española y los cuarenta de la integración en Europa, el Rey Felipe VI ha lanzado este 24 de diciembre de 2025 un mensaje de alerta y esperanza desde el Salón de Columnas del Palacio Real. Su intervención se centró fundamentalmente en la protección de la convivencia democrática como el motor indispensable para superar la crisis de confianza que atraviesa la sociedad actual en un mundo convulso.
El monarca reconoció abiertamente el clima de tensión que domina el debate público y advirtió que esta crispación genera consecuencias directas como el hastío y la desafección popular ante la falta de soluciones reales a problemas cotidianos como el coste de la vida o el acceso a la vivienda. Subrayó que la convivencia no es un legado imperecedero sino una construcción frágil que requiere un cuidado diario para evitar que los extremismos y la desinformación se alimenten del desencanto ciudadano.
Felipe VI utilizó el aniversario de la Transición para recordar que España siempre ha superado sus desafíos cuando ha existido una voluntad compartida y capacidad de diálogo. Definió aquel proceso histórico como un ejercicio de coraje donde se transformó la incertidumbre en un punto de partida sólido gracias a la renuncia y al entendimiento mutuo. En este sentido, sentenció que en democracia las ideas propias nunca pueden ser dogmas ni las ajenas amenazas, haciendo un llamamiento directo a evitar que el avance de unos se busque a costa de la caída del otro.
Finalmente, el Rey instó a los poderes públicos a ejercer una especial ejemplaridad y pidió a cada ciudadano reflexionar sobre qué acciones individuales pueden fortalecer la cohesión social. Concluyó su mensaje reafirmando su confianza en el talento y la resiliencia del país, animando a los españoles a afrontar retos como el cambio climático o los avances tecnológicos con la misma unidad que permitió la modernización de España hace cinco décadas.
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