Elena Augusta Victoria, mejor conocida como simplemente Elena del Reino Unido, nació el 25 de mayo de 1846 en el palacio de Buckingham, en Londres. Fue la quinta de los nueve hijos de la reina Victoria y de Alberto de Sajonia-Coburgo y Gotha. Desde su nacimiento ostentó el título de su alteza real y su bautismo se celebró el 25 de julio de 1846 en la capilla privada del palacio. Durante su infancia, la princesa Elena era descrita como una niña vivaz. Entre sus talentos tempranos se destacaba el dibujo y, al igual que sus hermanas, Elena tocaba el piano con gran destreza. El 14 de diciembre de 1861, cuando tenía 15 años de edad, tuvo la desgracia de haber perdido a su padre. Tras esta lamentable situación, su madre, la reina Victoria, quedó sumida en una total devastación y ordenó el traslado de la corte a Osborn House en la isla de Wight, donde se refugió en un riguroso luto. Durante su juventud, la Princesa Elena se vio envuelta en un pequeño afecto sentimental con Carl Ruland, el antiguo bibliotecario de su padre. Ruland había sido incluido en el personal del palacio en mil ochocientos cincuenta y nueve por recomendación del Barón Stockmar, y posteriormente fue asignado para enseñarle alemán a la princesa Elena. Sin embargo, la Reina victoria, al descubrir que su hija se había relacionado románticamente con un sirviente real, destituyó a Ruland de sus funciones y de inmediato fue enviado de vuelta a su natal Alemania.
Después de estos sucesos, la Reina Victoria se dedicó a buscar un buen partido para Elena. No obstante, las perspectivas eran limitadas, ya que como hija mediana, la posibilidad de una alianza poderosa con una casa real europea era prácticamente escasa. Además, la Reina Victoria había impuesto una condición no negociable: el futuro esposo de Elena debía estar dispuesto a vivir cerca, asegurando así que su hija siguiera siendo su compañía. Finalmente, la elección recayó en el príncipe Christian de Schleswig-Holstein, quien era 15 años mayor que ella. A pesar de que algunos miembros de la misma familia real británica desaprobaban este compromiso, Elena aparentemente era feliz en su relación y estaba más que dispuesta a casarse con él. La boda se llevó a cabo en la capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor el 5 de julio de 1866. Durante la ceremonia, la propia Reina entregó a Elena en el altar, acompañada por el Príncipe de Gales. Tras la ceremonia, la pareja real pasó su primera noche de casados en Osborne House antes de partir para una luna de miel que los llevó por París, Interlaken y Génova. Cumpliendo con el deseo de la Reina, se instalaron en Cumberland Lodge, en Windsor Great Park, y durante su estancia en Londres, la pareja se alojaban en la Suite Belga del Palacio de Buckingham.
A lo largo de su matrimonio, la princesa Elena concibió seis hijos, Cristian, Alberto, Elena y María. En 1876 tuvo un hijo al que llamaron Haroldo, pero murió tan sólo 8 días después de su nacimiento. Y por último, se sabe que tuvo un hijo, quien lamentablemente nació muerto en 1877. Tal como se había acordado, Elena vivió cerca de su madre, compartiendo el deber de asistente no oficial de la reina con su hermana menor. Mientras que su hermana, la princesa Beatriz, se encargaba de las tareas más importantes, Elena asumió los asuntos menores. La princesa Elena se vio inclinada por un profundo interés por la enfermería. En 1870 se convirtió en la presidenta fundadora del Comité de Damas de la Cruz Roja Británica, donde ejerció un papel activo en el reclutamiento de enfermeras y en la organización de suministros de socorro durante la guerra franco-prusiana. Durante esta etapa, la princesa se erigió como una firme defensora del registro de enfermeras, una posición que contrastaba con las opiniones de diversas figuras públicas, incluida la famosa Florence Nightingale. Elena consideraba el registro de enfermeras esencial para mejorar la condición y el estatus profesional del oficio.
La vida de la princesa se vio marcada por dos grandes pérdidas al comienzo del nuevo siglo, la de su hijo predilecto, el príncipe Cristian Víctor, que murió de malaria mientras servía en la segunda guerra Boer en 1900, y la muerte de su madre, la reina Victoria, quien falleció en 1901. La Princesa Elena mostró un profundo interés por los más vulnerables a lo largo de su existencia. Estaba especialmente preocupada por ayudar a los niños y a todos aquello desempleados, por lo que comenzó a organizar cenas gratuitas en el Ayuntamiento de Windsor. La princesa Elena presidió dos de estas grandes cenas en febrero y marzo del año de 1886. Durante aquél invierno, se sirvieron más de 3,000 comidas a niños y hombres desempleados. A través de estas actividades caritativas, la Princesa logró una notable popularidad entre la sociedad británica. Tras la muerte de Eduardo séptimo y el estallido de la Primera Guerra Mundial en mil novecientos catorce, Helena decidió dedicarse completamente a la enfermería. Sin embargo, su esposo, el príncipe Cristián, murió el ocho de octubre de 1971. Posteriormente, Elena pasaría sus últimos años viviendo entre sus residencias, Cumberland Lodge y Schomberg House. Finalmente, la princesa Elena del Reino Unido murió el 9 de junio de 1923, en su residencia Schomberg House, a los 77 años de edad. Su cuerpo fue inicialmente sepultado en la cripta real de San Jorge, pero en 1928 sus restos fueron trasladados al cementerio real de Frogmore, en las cercanías de Windsor.




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