Encuentros cercanos de tercer tipo (Close Encounters of the Third Kind) de Steven Spielberg es considerada para muchos la mejor película de todos los tiempos sobre vida extraterrestre, con efectos especiales que hacen parecer una de esas películas adelantada a su tiempo fue merecedora de un premio Óscar a mejor fotografía. Protagonizada por Richard Dreyfuss y Melinda Dillon nos muestra una historia única y diferente a una invasión alienígenas a la que el cine nos ha acostumbrado cuando de vida extraterrestre se trata.
El trama se centra principalmente en Roy Neilly, un empleado de una compañía eléctrica que al experimentar un episodio cercano con un OVNI mientras se dirigía a investigar los apagones recurrente del pueblo queda totalmente fascinado y obsesionado con el fenómeno a tal grado que dicha obsesión empezó a crearle problemas personales y familiares.
Mientras tanto el gobierno sabiendo lo que estaba ocurriendo en el mundo y lo que se aproximaba se ponía al corriendo haciendo su propias investigaciones en secreto preparándose para el día tan esperado que haría de ese momento un antes y un después en toda la historia de la humanidad.
No sólo se trataba de Roy Neilly quien experimentaría este tipo de fenómeno sino que existían toda una multitud de personas que habían tenido alguna clase de acercamiento con los OVNIS creando en su mentes una especie de conexión con aquellos seres que los atraían instintivamente hacía aquél lugar donde dicho contacto con la raza humana se llevaría a cabo más adelante.
Entre toda esa multitud de personas se encontraba también Jillian Guiler que al presenciar como su hijo pequeño fue abducido por un OVNI quedó completamente destrozada al verlo desaparecer en medio de una luz extremadamente brillante, este suceso dejó a Jillian completamente desesperada y al igual que Roy también se obsesionó con la imagen de una montaña que sería el lugar exacto donde se realizaría aquél histórico encuentro.
Al llegar el día en que se efectuaría el contacto con los seres extraterrestre recurrían personas de diferentes lugares a aquella montaña (conocida realmente como la torre del diablo) únicamente guiadas por su conexión y obsesión creadas tras haber experimentado un acercamiento con algún tipo de OVNI, así fue como Jillian y Roy intrigados por la curiosidad que todo este misterio encerraba tomaron la decisión de intentar acercarse a aquél lugar que ya estaba siendo resguardada militarmente para evitar el acceso a todo público.
A pesar de los diferentes obstáculos que se les iban presentando lograron llegar a la cima donde encontraron una gran base instalada llena de personas de la comunidad científica preparándose para cumplir su objetivo de realizar contacto con los seres de otros planetas. Mientras tanto Roy y Jillian mirando desde lejos sin ser descubierto quedaron totalmente conmocionados cuando desde lo alto vieron descender a tres naves justo en la pista de aterrizaje que tenían preparada para tal suceso, posteriormente el intento de comunicación se efectuó usando como lenguaje tonos musicales, las tres naves sin dar una respuesta clara se retiraron del lugar.
Cuando todo parecía haber terminado sin causa aparente el cielo se empezó a nublar y entre las nubes una gigantesca nave apareció, se trataba de la nave nodriza que al poco tiempo descendió al lugar donde dicha comunicación con notas musicales se volvió a repetir pero esta vez recibiendo respuesta por parte de aquellos seres, llegó el instante en que la compuerta de la nave se abrió y de ella arribaron una multitud de personas que habían desaparecidos en diferente épocas anteriores pero que curiosamente no habían envejecido en absoluto, entre todas estas personas Jaillin encuentra a su hijo Berry quien a sus brazos corrió al momento de reconocerlo. El momento tan esperado estaba por comenzar, los seres extraterrestre se mostraron ante los humanos y al final Roy como si de su destino se tratara no dudo ni siquiera un poco en acompañarlos abordando la nave donde le esperaba un gran viaje lleno de aprendizaje lejos de este mundo.
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