Taxi Driver (1976): Una clásica película de culto

Taxi Driver es una de las obras maestras más recordadas del director Martir Scorsese, estrenada en 1976 se trata de una película de bajo presupuesto pero gracias a su estilo puramente dramático y su arte visual la convirtieron en todo un éxito a tal grado que en la actualidad es considerada como una película de culto y reconocida como una de las mejores películas de todos los tiempos. Protagonizada por Roberto de Niro nos cuenta la historia de un taxista de Nueva York cuya soledad le hacen despertar sentimientos depresivos y de odio que desenlazan en violentos episodios.

Ambientada en la década de los 70s la trama se enfoca en Travis Bickle, un exmarine solitario e inestable que se encuentra instalado en la ciudad de Nueva York, sus constantes problemas de insomnio lo llevaron a tomar la decisión de conducir un taxi en turno nocturno donde empezó a ver y a sentir cierto desprecio por el bajo mundo que según sus mismas palabras contaminaban a toda la ciudad, por su mente pasaba la cruel idea de que algún día un gran aguacero terminaría por arrasar a toda esa gente. 

Una noche mientras se encontraba estacionado en una de las calles de la ciudad inesperadamente una joven de nombre Iris se le subió de imprevisto al taxi ordenándole que la llevara lejos de tal lugar, se trataba de una joven menor que se dedicaba a la prostitución, enseguida se le acercó su proxeneta quien la bajó del vehículo, fue este suceso el momento clave que influiría en las acciones próximas de este conductor.

Su vida solitaria tuvo un significante cambio cuando empezó a salir con Betsy, era una bella joven que trabajaba como voluntaria en las campañas del senador Palantine,  la Soledad de Travis se había ausentado por un corto periodo de tiempo hasta que una circunstancia incomoda en el cine hizo que Betsy se alejara de él dejándolo nuevamente en su antiguo mundo solitario. Los intentos frustrados de reconciliación con Betsy y su misma soledad hicieron que los pensamientos violentos de Travis empezaran a aumentar considerablemente tanto que pidió algún tipo de consejo a uno de sus compañeros de trabajo pero sin resultados positivos.

Llega un momento en la vida de Travis que aceptando su soledad como designio de su propio destino por su mente pasa la idea de un acto suicida como su única salida, esto lo dejó en claro en una carta que entregó a la Joven iris con la intención de dejarle dinero para que pudiese regresar con su familia, en dicha carta mencionaba "para el momento que recibas esta carta seguramente estaré muerto" esclareciendo sus verdaderas intenciones que estaba a punto de cometer.


Al más puro estilo  de Travis su propio final ya la tenía designada a un propósito que consistía llevarse consigo mismo a uno que él considerara merecedor de tal muerte y en este casó su victima era el senador Palantine sabiendo perfectamente que en dicho acto era como atentar contra su propia vida, su plan al ser frustrado  por uno de los guardaespaldas del senador Travis tuvo que huir del lugar.

Siguiendo firme en su propósito de querer convertirse en aquél aguacero que acabaría con toda la escoria simplemente optó por  cambiar de victima, esta vez se trataba del proxeneta dándole muerte en plena calle para posteriormente dirigirse al motel que se usaba para mismo negocio realizando toda una masacre, Travis herido a causa del tiroteo que provocó intentó darse un tiro para así dar por terminado su principal objetivo pero al no encontrar armas con municiones y sin tener más que hacer sólo se sentó en el sofá sin remordimiento alguno hasta que las autoridades llegaron.

El destino que Travis había elegido tomar lo convirtió en todo un héroe cuando sus verdaderas intenciones eran muy distintas, sin un final feliz o un trágico desenlace la historia de Travis en esta película termina de una manera más realista, por azares del  destino Betsy se cruza con Travis en su mismo taxi, se trata de una escena adornada con mucho romanticismo artísticamente hablando, la belleza de Betsy reflejada en el retrovisor bajo los destellos de las luces de Nueva York hacen de esta escena un verdadero arte visual, esta vez Betsy muestra interés por Travis pero es el mismo Travis que se muestra indiferente hacia ella simplemente alejándose y envolviéndose en su mundo solitario al que siempre ha estado acostumbrado.

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