La otra Bolena (The Other Boleyn Girl), también conocida como La Otra Reina o Las Hermanas Bolena, es una película de drama histórico de 2008 dirigida por Justin Chadwick y escrito por Peter Morgan. Se trata de una adaptación cinematográfica de la exitosa novela de Philippa Gregory (2001). protagonizada por Natalie Portman, Scarlett Johansson y Eric Bana, la película ofrece una visión novelada de las vidas de las hermanas aristócratas Mary y Ana Bolena en la turbulenta corte del siglo XVI, centrando la narrativa en su rivalidad por el afecto y el poder del rey Enrique VIII.
La historia se sitúa en un momento de crisis dinástica: el matrimonio del rey Enrique VIII con Catalina de Aragón no ha producido un heredero varón, dejando a la princesa María como la única hija superviviente y sembrando el miedo a la inestabilidad en el trono. El ambicioso tío de las hermanas, Thomas Howard, duque de Norfolk, y su padre, Sir Thomas Boleyn, conciben un plan para elevar la posición de la familia. Su estrategia es simple: convertir a una de sus hijas en amante del Rey. Inicialmente, se prepara a la hermana mayor, Ana, a quien se le promete un matrimonio noble; sin embargo, un accidente de caza del Rey desvía el plan. Tras herirse, Enrique se enamora de Mary Boleyn, la hermana menor, quien asume el papel de enfermera. Esto catapulta a las Bolena a una posición prominente dentro de toda la corte, con Mary y Ana sirviendo como damas de compañía de la Reina Catalina. Mary se convierte en la amante del Rey, mientras su esposo, Sir William Carey, es convenientemente enviado al extranjero. Mientras Mary mantiene su relación con Enrique, Ana Bolena se casa en secreto con su amante, Henry Percy. Este matrimonio no autorizado entre nobles representa un grave riesgo, obligando a Mary a alertar a su familia. El matrimonio es anulado y una resentida Ana es exiliada a Francia para adquirir los modales de la corte.
Cuando Mary queda embarazada del hijo de Enrique, los Boleyn obtienen más tierras y cargos. Sin embargo, el embarazo exige reposo, lo que abre una peligrosa oportunidad. Norfolk llama a Ana para distraer al Rey. Resentida por haber sido ignorada inicialmente, Ana comienza a seducir al Rey, pero astutamente rechaza sus insinuaciones. Ana revela su ambición: no ser una simple amante, sino ser reina y dar a Enrique el heredero varón legítimo que tanto anhela. Su táctica de rechazo constante culmina con la exigencia de que Enrique deje a Catalina y se abstenga de acostarse con Mary. Como resultado, Mary y su hijo son exiliados al campo, y poco después su esposo William muere de enfermedad. Ana presiona al Rey para que obtenga el divorcio. Cuando el Papa Clemente VII se niega, Ana impulsa a Enrique a romper con la Iglesia Católica. Enrique se autoproclama Cabeza Suprema de la Iglesia de Inglaterra, se concede el divorcio y destierra a Catalina. Antes del matrimonio legal, Ana se niega a consumar su relación. En un acto de ira y deseo, Enrique la viola. Embarazada y traumatizada, Ana se casa con Enrique y es coronada Reina Consorte. Sin embargo, la alegría es breve: da a luz a una hija, Isabel, decepcionando a Enrique, quien pronto comienza a cortejar a Jane Seymour. Ana se vuelve paranoica a medida que su matrimonio se desintegra. Tras sufrir un aborto espontáneo, suplica a su hermano George que la embarace para asegurar el heredero. George acepta, pero no logran consumar el acto. Su esposa, Lady Jane Parker, los espía e informa de sus sospechas a Norfolk y al Rey. Ana y George son arrestados bajo cargos de incesto, adulterio y alta traición.
A pesar de la falta de pruebas, son condenados a muerte. Mary regresa a la corte para rogar por la vida de su hermana, logrando inicialmente la compasión del Rey. Las hermanas se reconcilian, y Ana le pide a Mary que críe a Isabel como propia. Pese a su promesa, Enrique permite la ejecución de Ana para poder casarse legalmente con Jane Seymour. Mary observa con desesperación la decapitación de su hermana. El epílogo de la película revela el destino de los personajes: Sir Thomas muere dos años después; la Familia Howard sufre deshonra y ejecuciones en las décadas siguientes; Mary se vuelve a casar con William Stafford y vive el resto de su vida en el campo; y la Princesa Isabel, la hija de Ana, ascendería al trono para gobernar Inglaterra como la aclamada Reina Isabel I.
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