Princesa Alicia del Reino Unido: La Primera de hija de la Reina Victoria en Morir

Alicia del Reino Unido (Alice Maud Mary) nació el 25 de abril de 1843, en el palacio de Buckingham, en Londres, ostentando el título de princesa. Fue la tercera de los hijo de la Reina Victoria y el Príncipe Alberto de Sajonia-Coburgo y Gotha. Su vida, aunque fue marcada por el privilegio de la realeza, se forjó por un profundo sentido del deber, una compasión inquebrantable y una serie de tragedias personales que la convirtieron en una figura muy conmovedora en la historia de la monarquía británica. Al igual que sus hermanos, pasó su infancia viajando con su familia entre sus diversas residencias. Su educación fue diseñada por su propio padre bajo la supervisión de Christian Friedrich Freiherr von Stockmar, un amigo cercano del príncipe Alberto. La pequeña princesa aprendió habilidades como costura, jardinería, carpintería, y también música, además dominó diferentes idiomas como el francés y el alemán. Desde temprana edad desarrolló mucha empatía y compasión por el sufrimiento ajeno, lo que la convirtió en una figura muy querida entre la familia real y la corte. En 1861, durante las últimas etapas de vida de su abuela, madre de la Reina Victoria, Alicia, quien en ese entonces contaba con casi 18 años de edad, había pasado mucho tiempo junto a ella, tocando el piano en su salón y cuidándola personalmente. Meses después, en diciembre del mismo año, su padre, el Príncipe Alberto contrajo fiebre tifoidea. En esta ocasión, Alicia de igual manera permaneció incansablemente a su lado, cuidándolo hasta su último día de vida. Tras la pérdida de su padre, la Reina Victoria se sumió en un profundo luto, y Alicia asumió temporalmente el papel de su secretaria no oficial, manejando la correspondencia oficial y representando a la monarca en eventos públicos durante un período de seis meses.


El 1 de julio de 1862, cuando la corte aún se encontraba de luto, Alicia contrajo matrimonio con el Príncipe Luis de Hesse. La ceremonia se llevó a cabo de manera modesta en Osborne House, y debido al sombrío ambiente, fue descrita más un funeral que una boda. Aunque el matrimonio fue por conveniencia real, aparentemente, Alicia desarrolló un afecto y amor genuino por Luis. A los largo de su matrimonio la pareja tuvo siete hijos (Victoria, Isabel, Irene, Ernesto, Federico, Alix, y María). Después de la boda, la pareja se trasladó a Darmstadt , donde fueron recibidos con mucho entusiasmo por una gran multitud. Sin embargo, Alicia no se adaptó de inmediato a su nuevo entorno, constantemente extrañaba su anterior hogar y además, le costaba asimilar que estando ella tan lejos, su padre ya no estuviera vivo para consolar a su madre. La vida de Alicia en este lugar no fue como uno imaginaría para una princesa de su estatus, ya que la corte de Hesse era menos opulenta que la británica, y una de las primeras preocupaciones de Alicia fue dónde sería su nuevo hogar. Su esposo no estaba dispuesto a financiar una residencia digna de la hija de la Reina Victoria, alegando falta de fondos en la corte de Hesse, y por otro lado, su madre se mostró reacia en dar fondos para una nueva y opulenta residencia. Así, la pareja se instaló en una casa en el "Barrio Antiguo" de la ciudad, tan cercana a la calle que Alicia podía oír el traqueteo de los carros a través de sus muros. No obstante, a pesar de estas condiciones a la que no estaba acostumbrada, Alicia pareció adaptarse rápidamente, dedicando tiempo a familiarizarse con su nuevo entorno. 


En 1863, Alicia viajó a Inglaterra para asistir a la boda de su hermano , el príncipe Eduardo, quien se casaría con la princesa Alejandra de Dinamarca. Durante su estancia en su tierra natal, dio a luz a su primera hija, y en honor a la Reina, a la recién nacida la bautizaron con el nombre de Victoria. Después de regresar a Darmstadt, Alicia y Luis recibieron una nueva residencia, Kranichstein, ubicada al noroeste de la ciudad. Fue allí donde el 1 de noviembre de 1864 Alicia dio a luz a su segunda hija, quien fue bautizada con el nombre de Isabel. Como Princesa de Hesse, Alicia se convirtió en una activa mecenas de las mujeres y desarrolló un profundo interés en la enfermería, inspirada en gran parte por el trabajo de Florence Nightingale. Cuando Hesse se vio envuelta en la guerra austro-prusiana en 1866, Alicia demostró una fortaleza notable y una gran vocación. Aunque en ese entonces, Alicia se encontraba embarazada de su tercera hija, su estado de gestación no le impidió dirigir personalmente hospitales de campaña en Darmstadt. En 1869 fundó Alice-Hospital en Darmstadt, una organización que siguió prosperando mucho tiempo después de su vida. El 29 de mayo de 1873, un duro golpe sacudió la vida de Alicia, ya que su hijo Federico, el menor entre los varones, y el que se dice que en ese entonces era el más querido, falleció tras caer de una ventana de que se encontraba a seis metros de altura. Este trágico suceso, marcaría la vida de Alicia por el resto de su vida.


En 1877, su esposo Luis ascendió como Gran Duque, y por ende, desde este momento, Alicia se convirtió en la Gran duquesa Consorte de Hesse, y el Rin. Las responsabilidades de este nuevo papel que desempeñaría Alicia, también supuso una carga considerable para su salud física y mental. Durante su cargo, la gran duquesa intentó introducir reformas sociales en Darmstadt, pero la presión de sus deberes y las expectativas de ser la madre del pueblo la agotaron considerablemente. A finales de 1878, una epidemia de difteria azotó la corte de Hesse. lo que provocó que casi todos sus hijos enfermara. El 16 de noviembre de ese mismo año, su hija menor, la princesa María, falleció victima de dicha epidemia. Poco después, la duquesa Alicia, Afligida por el dolor, y en un acto de amor maternal, rompió el protocolo de aislamiento para consolar a su hijo Ernesto, quien también estaba enfermo. Fue durante este acto maternal, que Alicia también se vio contagiada de la enfermedad fatal. Finalmente, el 14 de diciembre de 1878, casi un mes de la muerte de su hija menor, Alicia sucumbió ante la difteria, a los 35 años de edad. Se cuenta, que Sus últimas palabras fueron dedicadas a su "querido padre", el Príncipe Alberto. Alicia fue la primera de los hijos de la Reina Victoria en morir, y su cuerpo fue sepultado junto a los restos de su hija María, en el mausoleo del gran ducado, en Rosenhöhe, en los alrededores de Darmstadt.


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